Primer semestre, lecciones eternas.
Sí años atrás me hubiesen dicho que cuando entrara a la facultad mi vida cambiaría de manera drástica, encontraría amigos con los que de verdad puedo ser yo misma, sin pelos en la lengua y con quienes de verdad me puedo expresar sin tener limitantes, sin tener que pensar constantemente en el que dirán o preocuparme por ser juzgada, simplemente no lo hubiése creído.
Apenas llevo un semestre en la facultad y estoy aprendiendo mucho más de la vida en seis meses de lo que aprendí en dos años de preparatoria. Comprendí que literalmente el esfuerzo es la base del éxto, que no es lo mismo presentar exámenes con opciones de respuesta opcional a uno de respuesta abierta, que definitivamente a veces un examen de cuatro preguntas puede medir más tu conocimiento que uno de veinticinco, que al llegar a la facultad prácticamente tu eliges tu manera de ser evaluado, pues dependiendo del conocimiento que sabes que posees o se te facilita, es la profesión que elegirás.
Me di cuenta de que efectivamente hay que deshacerse de las amistades enfermizas, pues siendo sincera llevo la mitad de mi vida compartiéndola con alguien que no em dejaba avanzar, ser yo misma ni expresarme abiertamente. Sólo diré que, debido a que su familia la tenía demasiado controlada y la querían mantener dentro de una burbuja en la que no tuviera más del contacto necesario con el resto del mundo, ella suponía, no sé si consciente o inconscientemente que lo mismo debía hacer yo.
Si a ella sus padres la hacían sentir menos, le decían que no era bonita y que no era nada comparado con las demás, ella me hacía sentir de igual manera, por más que yo tratara de hacerle ver que no era cierto que lo que le decían no era cierto, ella lejos de creerlo, me hacía sentir menos.
Comprendí que es bueno cerrar ciclos para poder empezar nuevos, que debí haber agradecido que esa amistad se había distanciado, y no volver a buscar amistades así en cuanto tuviera la oportunidad. Comforme el semestre iba avanzando fui cambiando de gruipito de amistades, hasta que di con uno que no se encontraba dentro de lo que buscaba, uno que era muy diferente a mí, pero a la vez tan igual.